1-. ¿Por qué se escribe?
...
2-. ¿Por dónde empezar?
Tener claro si se sabe por qué nace esa necesidad de escribir y hacia dónde queremos que nos lleve: tener claro qué escribir. Empezar por las mismas palabras que acudan a ti.
Proverbio árabe: "Una palabra dicha se convierte en un cuento".
¿Y por qué no una sola palabra? La que se te acaba de ocurrir ahora mismo: divídela en sílabas, cada sílaba genera otras palabras.
O empezar de un fragmento: el de un recuerdo, el de un sueño, el de una observación; hasta tener los cimientos de la construcción.
3-. ¿Hay que tener talento para escribir? ¿Es una disposición innata?
El oficio es producto de la práctica constante, de la experiencia. El escritor se hace escribiendo: no hay talento sin constancia. Es posible que sea la consecuencia de la lucha por averiguar "quién soy", "quién es mi escritura" o "desde dónde escribo".
4-. Quiero escribir, pero no lo consigo...
Si te cuesta ponerte a escribir o las ideas desfilan atropelladamente por tu cabeza pero no llegan coherentes al papel:
-Escribir borradores; continuaciones del pensamiento. No hay que corregirlos.
-No hay que escribir en orden lógico necesariamente; escribir partes aisladas del total.
-Prevé cómo empezarás al día siguiente.
-En lugar de buscar cosas nuevas, retoma lo ya escrito.
-Si te frenas a escribir algunas cosas, escribe sobre el miedo para que las ideas se reacomoden.
-Escribir no es una actividad obligatoria y no hay que tomárselo como un trabajo.
-Tomarse el tiempo necesario para que las ideas tomen forma.
5-. ¿Se entrena la creatividad?
Sí. Vive y apunta lo que ves, lo que te dicen, lo que piensas, lo que escuchas. El entorno puede facilitar o dificultar el pensamiento creativo. Prepara tu lugar ideal para escribir, con tranquilidad, para que nadie te moleste. Intenta llevar un registro de tus ocurrencias, enriquece la asociación de ideas e induce la concentración. Escribe todos los días.
Imagina un viaje de afuera hacia dentro y otro de adentro hacia fuera de ti mismo y escribe durante el viaje. Contempla las nuevas percepciones y escribe sobre ellas.
6-. Si te aborda la ansiedad...
Colócala en un personaje y hazlo actuar en consecuencia a los síntomas de ésta. Apunta las ideas que surjan y no te preocupes por perder otras por el camino, porque las ideas van y vienen.
7-. ¿Cómo se organiza un escritor?
Dos cuestiones importantes: una de ellas es saber a partir de qué uno o una es capaz de escribir con seguridad. Puede ser ponerse en estado de confesión y escribir como contar un secreto, o hacerlo observando el entorno, o recurriendo al azar.
La otra cuestión es intentar fijar un horario en el cual se realice un trabajo mínimo a diario (por ejemplo, una hoja).
Algunos mentan la escritura como un músculo que se puede atrofiar.
8-. ¿A qué se debe mi dificultad para plasmar las ideas?
Si en tu cabeza parece buena idea pero al escribirla pierde todo el interés, puede que la causa esté entre las siguientes:
-Porque te preguntas si merece la pena escribirla (autoconfianza).
-Te obligas a tener un argumento previo y completo.
No hay que desvalorizar lo que se hace; respetarse es la base de la fluidez creativa. A su vez, la autoconfianza proviene del convencimiento de que al escribir estás ejerciendo un acto de salud mental y de creación.
Y con respecto a tener un argumento desde el principio, ¿tienes la idea o es la primera imagen, el fogonazo que te ofrece una idea? Sólo se puede saber si seguimos escribiendo. Hay que buscar la idea en la página y no en la mente.
9-. ¿Qué caminos conectan entonces la mente con el texto?
Averigua cuál es el nudo de esa idea que tienes y si tiene posibilidades de desarrollo. Debes saber por qué tratas de contar esa idea y no otra, qué contiene. Si lo descubres, se despliega esa idea, se elabora, se trabaja, se profundiza sobre ella y será natural. La dirección y construcción quedan de mano del autor.
-Apunta sin exigirte un resultado inmediato.
-Intenta conectar otros hechos con lo que has apuntado, acumula datos.
-Deja descansar tus notas y luego tiende el hilo que las ordena.
-Desmonta la idea en momentos o en otras ideas.
-Usa hojas independientes. Puede facilitar el proceso al permitir la visualización por separado.
-Colócalas en una mesa, en el suelo y cámbialas de lugar hasta encontrar el mejor orden.
-Por último, escribe el texto en ese orden.
10-. ¿Cómo continúo lo que empecé?
Transforma tus dificultades en suposiciones (¿hacia dónde podría ir la protagonista? ¿qué otros personajes podrían intervenir?). Es posible que surja una vía para continuar o que compruebes que debes cambiar el punto de vista. No hay que perseguir la lógica, sino escribir.
11-. ¿Por qué escribo siempre cuando me siento mal, sobre mí, sobre mis tristezas y mis fracasos?
Escribir es apartar la realidad que no te sirve y crear otra, lo cual no significa que escribas sólo si estás mal. Porque puede que no hables de ti mismo directamente, sino refiriéndote a un tercero o repartiéndote entre varios personajes.
-Usar la escritura a modo de purga.
12-. ¿Por qué adopto el estilo del último escritor que estoy leyendo?
Ser influenciable es una actitud natural del escritor. Todo texto es la confluencia de otros muchos. No se escribe a partir de la nada. Ten paciencia. Cuando escribimos como otros ya lo han hecho, en realidad estamos practicando. Ensaya hasta que te descubras en una frase.
13-. ¿Cómo combatir el cliché?
Te parece que las palabras se alejan cada vez más de lo que quieres contar cuando usas un lenguaje formal o usas tópicos, frases hechas, estereotipos...
El secreto es lanzarte de forma natural. Con tu alegría, tu rabia, tus temores, tus ideas más privadas. Combatir los clichés es particularizar los detalles a tu modo. No generalices, no lo cuentes con esa voz neutra del informador, sino como si tratases de contárselo a alguien que estuviera muy lejos e intentases que lo "viera".
14-. ¿Acaso no está ya todo escrito?
Desde luego no del modo en que tú (que eres único) puedes hacerlo. En ocasiones, habrás leído cuentos de algún escritor que te guste y habrás querido haberlos escrito tú, ¿quién te dice que en alguna ocasión no será otra persona la que diga eso de un cuento tuyo?
Rivadeneira, A. (2008). Jóvenes talentos.
IV Certamen Universitario de Relato Corto.
"Sesenta respuestas a las sesenta preguntas del escritor novel"